Seguramente te ha pasado: lanzas una encuesta con buenas intenciones… ¿y luego qué? Un puñado de respuestas a medio completar, ideas vagas y mucho silencio.

El verdadero desafío no es enviar encuestas. Es formular preguntas que los empleados quieran responder — y que te den algo útil a cambio. Acompaña al equipo de Sereda.ai mientras lo desglosamos.

¿Por qué necesitas encuestas?

 A primera vista, las encuestas parecen simples, pero pueden impulsar silenciosamente algunas de tus decisiones más estratégicas. Así es como:

Tomar decisiones informadas, no solo basadas en la intuición

No necesitas confiar en corazonadas o charlas de pasillo para saber qué está funcionando. ¿Tu onboarding está teniendo el impacto esperado? ¿La gente está alineada con los valores de la empresa? ¿La última formación realmente fue efectiva? Una encuesta bien diseñada te da respuestas concretas. Reemplaza la suposición con claridad, para que puedas decidir con base en información real.

Revisiones rápidas que llevan a la acción

Las mejores encuestas no son solo para mostrar, crean un hábito de escuchar y actuar. Eso significa ciclos de retroalimentación más cortos, resolución de problemas más rápida y mayor confianza general. El mensaje es claro: no solo preguntamos cómo te sientes —hacemos algo al respecto.

Cuándo y dónde tienen mayor impacto las encuestas

 Las encuestas son herramientas versátiles y brillan en momentos clave:

  • Onboarding: Detecta problemas a tiempo y mejora la velocidad de integración
  • Post-formación: Verifica si el conocimiento fue comprendido y retenido
  • Ciclos de desempeño: Recolecta feedback 360° para evaluaciones completas
  • Cambios organizativos: Comprende cómo está reaccionando la gente
  • Mediciones de clima: Toma regularmente el pulso de tu cultura

Si las usas de forma proactiva, las encuestas pueden ayudarte a detectar señales débiles antes de que se conviertan en alertas rojas.

Cómo las preguntas mal formuladas debilitan el impacto de una encuesta

Incluso el mejor momento y la mejor intención pueden ser arruinados por preguntas mal diseñadas. Así es como sucede:

Preguntas vagas → ideas inútiles → decisiones lentas

Una pregunta como “¿Qué tan satisfecho estás en el trabajo?” parece correcta, pero ¿qué mide en realidad? ¿Satisfacción con el rol, el manager, el entorno, las herramientas, la compensación? Sin especificidad, los datos se vuelven ruido —difíciles de interpretar, más difíciles aún de usar.

Preguntas sesgadas → datos distorsionados → inversiones equivocadas

Preguntas cargadas emocionalmente o que inducen respuestas pueden dar una falsa sensación de seguridad (o alarma innecesaria). Por ejemplo, “¿No crees que nuestro onboarding es excelente?” no revelará problemas —los ocultará.

Fatiga por encuestas → baja participación → señales perdidas

Demasiadas encuestas, demasiado largas, o sin resultados visibles —todo eso genera apatía. Cuando la gente deja de responder, pierdes visibilidad. Peor aún, creas una cultura de “nos preguntan, pero no nos escuchan”.

Qué tipos de preguntas funcionan mejor —y cuándo usarlas

Crear una buena encuesta no es solo qué preguntas haces —es cómo las haces. Cada tipo de pregunta cumple una función distinta. Úsalas con intención, y obtendrás datos más limpios y conclusiones más claras. Aquí tienes una guía rápida de los tipos clave —y cuándo usarlos:

Opción múltiple

Tu formato más versátil. Ideal para recoger respuestas estructuradas como roles, ubicaciones o razones de participación. Fácil de responder, fácil de analizar.

Ejemplo: “¿Cuál de las siguientes describe mejor tu rol actual?”

Usar cuando:

  • Necesitas categorizar respuestas
  • Estás recogiendo datos demográficos o factuales
  • Quieres un análisis rápido y limpio

Escala de Likert

Una escala de Likert es un formato que pide a los encuestados calificar su nivel de acuerdo, satisfacción o confianza —normalmente de “Totalmente en desacuerdo” “Totalmente de acuerdo”. Ideal para medir actitudes, percepciones y cambios a lo largo del tiempo. Capta matices que se perderían en un simple sí o no.

Ejemplo:“Siento que mi manager me apoya.”

(Opciones: 1 = Totalmente en desacuerdo a 5 = Totalmente de acuerdo)

Usar cuando:

  • Quieres medir sentimientos o compromiso
  • Estás haciendo encuestas de clima o pulso
  • Estás evaluando cambios antes y después

Matriz (Cuadrícula)

Una matriz permite preguntar sobre varios temas relacionados con la misma escala —todo en un solo lugar. Ahorra tiempo y brinda retroalimentación consistente en múltiples aspectos.

Ejemplo: “Califica los siguientes aspectos del onboarding.”

Usar cuando:

  • Estás evaluando distintas áreas de una misma experiencia
  • Necesitas respuestas con escala coherente en varios ítems
  • Quieres reducir la longitud sin perder detalle

Respuesta abierta

Aquí es donde suelen surgir las ideas más valiosas. Las preguntas abiertas permiten que las personas se expresen con sus propias palabras —dándote el por qué detrás de los números.

Ejemplo: “¿Qué podríamos mejorar en tu flujo de trabajo diario?”

Usar cuando:

  • Buscas contexto o explicaciones profundas
  • Quieres ideas o sugerencias
  • Estás explorando nuevos temas o validando supuestos

Sí/No

Respuestas binarias rápidas. Útiles como filtros o introducción a preguntas más detalladas.

Ejemplo: “¿Asististe a la sesión de formación?”

Usar cuando:

  • Necesitas confirmar participación o elegibilidad
    Quieres usar lógica condicional
  • Quieres simplificar el análisis de datos

Ranking

Perfecto para priorizar lo que realmente importa. Permite que los empleados ordenen opciones por importancia —sin que tú tengas que adivinar con promedios.

Ejemplo: “Ordena estos beneficios por importancia: Flexibilidad, Salario, Oportunidades de aprendizaje.”

Usar cuando:

  • Necesitas ayuda priorizando opciones
  • Quieres entender preferencias
  • Estás comparando compensaciones

Net Promoter Score (NPS)

El NPS es una métrica de una sola pregunta para medir lealtad y satisfacción (de 0 a 10). Pregunta cuán probable es que alguien recomiende tu empresa, producto o experiencia —y clasifica las respuestas como Promotores, Pasivos y Detractores.

Ejemplo: “¿Qué tan probable es que recomiendes nuestra empresa como un excelente lugar para trabajar?”

Usar cuando:

  • Quieres una métrica constante y comparabl
  • Estás siguiendo la evolución del compromiso
  • Necesitas una revisión rápida del clima del equipo

Usar el tipo de pregunta adecuado no es solo por variedad —es por estrategia. Cuando cada pregunta tiene un propósito claro, tus encuestas son más breves, inteligentes y útiles.

7 consejos prácticos para redactar mejores preguntas en encuestas a empleados

Aquí es donde la estrategia se cruza con la empatía —porque una gran encuesta no solo está bien estructurada, también está centrada en las personas. Respeta el tiempo del encuestado, se adapta a su contexto y entrega insights en los que puedes confiar y actuar.

Así es como hacerlo bien:

1. Empieza con un objetivo claro

Antes de escribir una sola pregunta, pregúntate: ¿Qué decisión nos ayudará a tomar esta encuesta? Las encuestas que intentan abarcar demasiado terminan confundiendo y generando respuestas dispersas. Ya sea para mejorar el onboarding, medir el compromiso o validar una nueva iniciativa, tener claridad desde el principio enfoca todo el cuestionario.

2. Equilibra preguntas cuantitativas y cualitativas

Los datos cuantitativos (como escalas, rankings, sí/no) te ayudan a ver patrones en grandes grupos. Las respuestas cualitativas (como comentarios abiertos) aportan profundidad, matices y contexto. Usa ambos —pero con intención. No satures tu encuesta de campos de texto. Guárdalos para momentos donde el contexto enriquecerá las decisiones.

3. Usa lógica condicional para mantener la relevancia

La relevancia impulsa la participación. No todas las preguntas deben ir a todas las personas. Con la lógica condicional (o lógica de omisión), tu encuesta se adapta según respuestas previas —creando una experiencia más ágil y personalizada.
Por ejemplo: si alguien no asistió a una formación, no le pidas que la evalúe.

4. Elimina ambigüedades

Las preguntas vagas o dobles son una forma rápida de perder precisión y confianza. “¿Recibes retroalimentación útil y frecuente?” suena bien, pero son dos preguntas en una. Es mejor dividir y especificar.
Pregunta:

  • “¿En los últimos 30 días, recibiste retroalimentación útil de tu manager?”
  • “¿Con qué frecuencia recibes retroalimentación?”

5. Escoge bien el momento —y mantenla breve

La fatiga por encuestas es real. Incluso las mejores preguntas pierden efecto si se envían en mal momento o toman demasiado tiempo.

Evita enviarlas en períodos de alta presión, como evaluaciones de desempeño o lanzamientos de productos.Mantén la duración por debajo de los 10 minutos en la mayoría de los casos —más corta para encuestas de pulso, un poco más para las anuales.

Tip: Añade una barra de progreso. Ayuda a gestionar expectativas y reduce el abandono.

6. Comunica el “por qué” —y el “qué sigue”

Las personas están más dispuestas a participar si saben que sus respuestas importan. Al inicio de la encuesta, explica:

  • Por qué estás haciendo estas preguntas
  • Qué harás con los resultados
  • Cuándo recibirán noticias

¿Después? Haz seguimiento. Comparte resultados y acciones —aunque solo sea un “Esto fue lo que aprendimos y lo que haremos”.

7. Haz siempre una prueba piloto antes de lanzar

Incluso equipos experimentados pueden pasar por alto redacciones confusas, lógica rota o respuestas incompletas. Por eso es clave probar tu encuesta con un grupo interno reducido.
Una prueba piloto ayuda a detectar:

  • Ambigüedades en el lenguaje
  • Respuestas redundantes o faltantes
  • Flujos de preguntas confusos

Cómo puede ayudarte una herramienta inteligente de encuestas

Una herramienta moderna como Sereda Surveys no solo simplifica la ejecución técnica. Mejora todo el ciclo de feedback —desde la distribución hasta la entrega de insights— para que tu equipo pueda actuar más rápido y con mayor confianza.

Esto es lo que permite una solución diseñada específicamente:

  • Lanzar una vez, usar siempre: Configura encuestas recurrentes (como pulsos mensuales o chequeos trimestrales) sin tener que construirlas desde cero cada vez. Automatiza los ciclos, sin perder calidad.
  • Agrupar comentarios abiertos por equipos o segmentos: Detecta patrones en el feedback cualitativo sin perder el anonimato, ayudándote a tomar decisiones a nivel de equipo o departamento.
  • Seguir tendencias, no solo fotos del momento: Los dashboards permiten ver cómo evolucionan los indicadores en el tiempo —ya sea que estés mejorando, estancado o retrocediendo en áreas clave como el compromiso o el onboarding.
  • Segmentar la participación para evitar la fatiga: Dirige encuestas a distintos equipos en distintos momentos, ajusta la frecuencia y mantén el feedback fresco —sin abrumar a tu gente.
  • Usar plantillas listas para avanzar rápido: Desde eNPS hasta onboarding, chequeos de pulso y entrevistas de salida —las plantillas prediseñadas te ayudan a arrancar rápido y no dejar fuera nada importante.
  • Llegar a las personas por el canal adecuado: El email es solo el comienzo. Distribuye encuestas vía Slack, Telegram o cualquier canal interno que use tu equipo —y verás aumentar la participación.
  • Equilibrar privacidad con insights accionables: Mantén las respuestas anónimas cuando sea necesario, pero organiza los datos por función, ubicación o nivel —brindando a los líderes el contexto necesario para actuar.

Cuando tu herramienta de encuestas apoya tu estrategia —y no solo el formulario— el feedback se convierte en algo más que datos. Se vuelve parte de cómo tu empresa piensa, aprende y crece.

Reflexión final

Las encuestas no son una casilla por marcar. Son una brújula.
Cuando se hacen bien, las preguntas para empleados te ayudan a entender a tu gente, tomar decisiones más inteligentes y demostrar —con acciones— que estás escuchando.
Esa es la base de la confianza, la retención y el crecimiento.

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